El buen equilibrio de nuestro bienestar emocional depende de numerosos factores, algunos de los cuales no podemos controlar por nosotros mismos. A través de micro-sistemas reflejos puntuales, como la auriculoterapia o las zonas reflejas del área pélvica y de la rodilla, el terapeuta a menudo logra influir de manera equilibrada en trastornos emocionales como tristeza, ansiedad, miedo, ira, trastornos alimentarios de origen emocional y otros síntomas relacionados con el sistema límbico, como la dependencia de nicotina, alcohol o medicamentos.
Tanto el equilibrio del bienestar emocional como el equilibrio mental, que se refiere a la gestión del estrés, la funcionalidad y la estabilidad del pensamiento, también se ven excelentemente respaldados por la aplicación de patrones de frecuencia individuales. A menudo, también se observa que tanto el equilibrio emocional como el mental pueden ser factores importantes en la mejora o resolución de molestias físicas locales (como dolores de espalda, dolor de rodilla, etc.).
Si buscas un terapeuta experimentado para problemas emocionales o para reducir el estrés, no dudes en ponerte en contacto conmigo para obtener información sin compromiso o para concertar una cita de tratamiento.